El embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, expresó su oposición a la reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que busca la elección directa de jueces y magistrados. Salazar considera que esto representa un riesgo para la democracia en México y puede aumentar la influencia del narcotráfico en el sistema judicial.
El embajador también destacó que la reforma podría afectar la relación comercial entre ambos países y reducir la confianza de los inversores. «Las democracias no pueden funcionar sin un Poder Judicial fuerte, independiente y sin corrupción», declaró.
La postura de Salazar refleja el clima de desconfianza entre los inversores estadounidenses y el sector privado mexicano respecto a la reforma judicial. El embajador canadiense, Graeme C. Clark, también expresó preocupaciones similares.
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, ha respaldado la reforma y busca calmar las inquietudes de los inversores. La controversia se trasladará al Congreso en septiembre, donde se discutirá la reforma judicial propuesta por López Obrador.